Que Román Ayza nos siga protegiendo
Ha fallecido una persona excepcional. Comentamos los compañeros a la salida de su misa de funeral, que eran innumerables las virtudes personales y técnicas que le adornaban y que para todos nosotros, había sido y continuaría siendo un auténtico referente de que con una forma de ser como la suya, repito, excepcional, se pasa por la vida haciendo el bien.
Educado, eficaz, humilde… hablabas con él y descansabas de los agobios de la vida o de la profesión. Siempre podías tener la sensación de que jurídicamente sabías mucho más que él, ya que jamás presumía de conocimientos y te dabas cuenta de su valía profesional, en sus escritos, en sus notas que te dejaba para que se pronunciara sobre alguna cuestión y en tantísimas sentencias ganadas en asuntos complejos, constándome personalmente, de las felicitaciones de compañeros y clientes.
Su categoría personal y jurídica, la demostró igualmente durante más de cincuenta años en el despacho con mi padre y con los innumerables compañeros que por allí pasaron, me permito recordar por todos a Enrique Sillero Gómez y de todos fue, cercano y compañero e igual para mis hijos y compañeros, Lola y Pedro y con Pepe, Manolo, Dolores… que tanto ayudaron en la secretaría.
Ahora bien, el que más suerte tuvo, fui yo, porque me quería como a un hijo y yo le respondí como pude a ese alto honor, conocedor de la suerte que tenía que ello fuera así, recordando siempre la frase de mi querídisimo padre, de que en todo me pareciera a Román.
Una confesión por último, a lo largo de tantos años y pensando como pudieran ser los santos seglares abogados, que algunos hay, de verdad digo, que en mi interior siempre pensé que Román podía ser como ellos por su comportamiento personal, familiar y jurídico.
Román no querría que se escribiera sobre él, pero este hijo suyo, lo considera justo y necesario.
Que nos siga protegiendo.
Jesús Manuel Botello Fernández