Obituario Histórico
En Memoria de Un Maestro
En 13 de julio de 1976, fallecía en Madrid, D. Jesús Rubio García-Mina, a los 68 años de edad, y transcurridos 30 años de su desaparición, me siento obligado a rememorar, muy tardíamente, a quien me fue mi Maestro y guía de mi vida profesional.
Efectivamente D. Jesús, obtuvo la Cátedra de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense en 1954, el mismo año en que concluí mi Licenciatura en el Viejo Caserón de San Bernardo, y a través de sus clases en los dos cursos, que nos explicaba esta rama, captó mi atención la parte relativa al Derecho Marítimo, extremo que era inusual en nuestras Universidades, no solo por la extensión de la asignatura en sí, sino porque era el apéndice de la materia mercantil, y el libro III del Código de Comercio 1885, no era motivo de explicación, y se daba por sobreentendido.
El hecho es que en el curso de Doctorado que realicé, al concluir las prácticas de las milicias universitarias, en 1956, opté por la asignatura de Mercantil entre las tres preceptivas, incorporándome como Ayudante de la Cátedra, si bien no tuve la suerte de contar el magisterio de D. Jesús, ya que en el mes de febrero de ese mismo año, fue nombrado Ministro de Educación Nacional hasta el mes de julio de 1962, tras haber ostentado el cargo de Subsecretario desde 1939 a 1951, con el entonces Ministro Ibáñez Martín.
En sustitución de D. Jesús, ocupó su Cátedra en comisión de servicios, el recordado Fernando Martínez Sainz de Bujanda, Catedrático de Hacienda Pública en la misma Universidad, con quien compartí la misión docente durante tres años, con los magníficos colaboradores, Bernabé Peris Gimeno, Tomás Salinas, José María de Jaime Rodríguez, Francisco Sánchez Frutos (Registrador) y el único superviviente, y buen amigo, Catedrático Emérito en Sevilla, Francisco Rodríguez Flórez de Quiñones, siendo los tres primeros citados, los Profesores Ayudantes que tuve en mi licenciatura.
Al manifestarle a D. Jesús mi deseo de seguir sus pasos en el mundo marítimo y someterme a la prueba de empaparme dos tratados de la especialidad (el Carver y el Scrutton), me sugirió que solicitara una beca para hacer la especialización en el London School of Economics, la institución más prestigiosa británica, y que dirigía la rama marítima, el veterano Profesor Lord Chorley, que una vez obtenida la ayuda de su Ministerio, pude disfrutar de las magníficas enseñanzas de este Maestro, que atendía personalmente a sus discípulos con su vasta ciencia y trato personal de un Lord.
Concluida mi estancia en Londres-hace ahora 50 años-me reincorporé a la Cátedra de la Complutense, donde permanecí dos años más, iniciando mi dedicación jurídico-marítima, que providencialmente, sigo ejerciendo.
Mi vacante, fue ocupada tiempo después por José María de la Cuesta Rute, que regentó la Cátedra de D. Jesús, en el tiempo que ostentaba la titularidad del Ministerio, y posteriormente la Presidencia del Tribunal de Defensa de la Competencia, desde 1964.- José María de la Cuesta ha seguido ostentando la Cátedra de Derecho Mercantil, hasta su reciente jubilación en octubre 2005, corriendo a cargo de la Catedrática Carmen Alonso Ledesma, la segunda Cátedra de Mercantil de la Complutense.
Los antecedentes maritimistas de D. Jesús, vienen de antiguo, pues ya desde que obtuvo el Doctorado con Premio Extraordinario en la Universidad Central en 1932, con Profesores de la categoría de D. Felipe Clemente de Diego y D.Joaquín Garrigues y Díaz Cañavate, y sus publicaciones, ”Sainz de Andino y la codificación mercantil “ y la monografía “El Fletamento en el Derecho español”, dedicadas respectivamente a sus dos maestros en 1950 y 1953, unido al enjundioso estudio” Sobre el concepto del Naviero en el Código de Comercio”, publicado en el primer número de la Revista de la Facultad de Derecho de Madrid en enero de 1940, y “La doctrina del fletamento de Hevia Bolaños” (1944), “Ejemplares y duplicados del conocimiento” (1946), “ Algunos comentarios al Art.. 146 del Reglamento del Registro Mercantil “ 1966 ahondando sobre el concepto de buque. Y por último, su trabajo sobre “Derecho marítimo y Derecho aéreo” (1952)
En la documentada monografía que dedicó el ilustre Catedrático de Derecho Mercantil y excelente jurista y amigo, Aurelio Menéndez en 1993, “Sobre la moderna Escuela Española de Derecho Mercantil”, rememorando a los Profesores Joaquín Garrigues, Rodrigo Uría, Antonio Polo, José Girón Tena y Jesús Rubio García-Mina, sobre los que sintetizó una apretada semblanza de tan eximios mercantilistas, refleja no solo las virtudes de los personajes, sino el buen conocimiento que tenía el Profesor Menéndez de los mismos, recomendando su lectura para conocer los entresijos y el áurea que adornó la época que vivieron cada uno de ellos, juristas de primera línea.
Ahora que está en trámite de aprobación de la nueva Ley de Navegación Marítima, me viene a mi mente la figura de mi Maestro D. Jesús Rubio, donde sin duda su aportación al proyecto, hubiera dado luz a muchos de sus capítulos, que hace mas de medio siglo, se anticipó y sentó las bases para esta necesaria reforma del Libro III del Código de Comercio.
Estas líneas que anteceden son el fiel reflejo de la añoranza del Maestro que impulsó mi vocación, y que al ser el” último de la clase” de la época referida, me he sentido obligado a redactar este memorandum en recuerdo de los 30 años transcurridos, desde la desaparición de este” Hombre de Estado”, que precisamente por su dedicación a la política, y en tiempos tan delicados como la posguerra y el declive del régimen anterior, nos privó disfrutar de su ciencia en mayor medida, encomendándole para que en conjunción con toda la pléyade de eximios juristas que trató aquí en la tierra, nos guíen desde allá arriba, y por lo menos la nueva Ley de Navegación, reciba sus bendiciones.
Guillermo Giménez de la Cuadra