Genio y figura
Enrique Álvarez tenía una pluma, una cuchara de palo y un pincel
Su poesía y su prosa eran directas, sin ambages y profundas
Sus guisos tenían la sabiduría de la tradición castiza
Y sus cuadros una fuerza ingenua como de niño viejo.
Enrique Álvarez tenía un carácter de mil demonios
Una humanidad tierna y cristiana
El carácter duro, la lengua afilada
Y un pronto consejo de padre bueno.
Enrique Álvarez era persona
Generoso, desinteresado y alegre
Pronto a la crítica mordaz, al debate agrio
Y siempre presto a la compresión.
Enrique Álvarez tenía un chiste y una anécdota
Un humor refinado, sin concesión a lo fácil
Trabajador hasta la obsesión
Y sabedor de los placeres de la vida.
Enrique Álvarez fue Abogado de raza
Orgulloso de la Profesión
Sin complacencias con nada ni con nadie
Y aún así, considerado en el Foro
Enrique Álvarez tenía una pena
Apenas traslúcida para los cercanos
La muerte de su Lola lo quebró,
Con dignidad la aceptó, vivió y con ello murió.
Descanse en paz.