Obituario
El pasado 31 de agosto de 2010, hace ya más de un año, falleció a la edad de cincuenta años un amigo del alma y grandísimo compañero.
No puedo olvidar a su padre Fernando Ramírez Muñoz, que ya hace tiempo nos dejó. Son dos generaciones de Abogados sevillanos trabajadores, estudiosos, entregados y que pronto tendrá continuación en su hija Isabel, que con toda facilidad nos devolverá el vacío que nos ha dejado su padre y su abuelo.
Escribo estas líneas ahora, pues el tiempo no permite olvidar a tan inestimable compañero. Respetuoso, generoso, callado, discreto e inteligente, tenía todas las cualidades de los más grandes Abogados, con la pena de que siempre Dios llama primero a sus más dilectos hijos, dejándonos descorazonados en este valle de lágrimas.
Un abrazo de todos los abogados sevillanos a su mujer, a sus hijas y sus hermanos. Son todos una familia excepcional.
Eduardo F. Muriedas Benítez